jueves, 4 de agosto de 2011

Scrabble

La noche era joven, aún quedaban varias botellas sin abrir y tabaco más que suficiente. Ahí seguían, reunidos en torno a la pequeña mesa de cinco lados. Se escuchaban risas, comentarios, frases propias y miradas cómplices, pero había algo más. Estaba allí, flotando sobre sus cabezas, una sombra, un túnel, un abismo... Un humo negro que a la vez formaba parte de ellos y de la nada, una pesadilla que todos sabían que estaba allí, pero ninguno quería mencionar. Algo estúpido, pues tras las risas, comentarios, frases y miradas sólo hablaban de Eso.


- Vaya mierda de palabra, ¿escorado? tú si que estás escorao.
- Jajajaja, escorada está, para la izquierda como siempre.
- Ostitio...
- Bueno callarse ya. Que me toca, ya veréis ya. - Dijo, cogiendo las pequeñas fichas brillantes.


- M, uso tu O, R, A, P, I, O. Morapio, ala.
- ¿Morapio? Eso no existe.
- Claro que si, lo decía el Palmero, ¿no te acuerdas?
- Jajajaja, que si, tiene razón. Cuando decía si le pegábamos al morapio.
- ¡Y al vinate!
- "Señor camarero, castígeme éste vidrio con una pepppsi". Jajajaja, que crack.
- ... 


...




Humo blanco flotaba sobre el vino, como si en cualquier momento fuese ha aparecer un navío fantasma entre la niebla, sobre el océano rojo. Esa visión le armó de valor, decidió ponerse la camiseta roja "La gente que viste de rojo es que es gente decidida, sin miedos". Eso lo hizo sentirse un poco mas valiente. Terminó con esa colonia nueva, un regalo de navidades, y salió a la calle. Pasó de largo la parada del autobús, y llegó al local. - Demasiados puretas.- Pensó. Pero allí estaba ella. Sonrió. Rojo el vino, roja la camiseta y rojos sus cabellos. También estaban los demás, vanas sombras recortándose sobre la pared del fondo, siluetas que creaban las luces del local, apenas presentes. La magia empezó, como solía suceder cuando estaban juntos, como si todo se diera por sentado, como si supieran todo el uno del otro, y nada a la vez. Bailaron, buscándose y perdiéndose, atreviéndose y arrepintiéndose. Se quedaron solos...
De la mano por la calle, ella reía y el estaba extasiado. Pasaron junto al museo.
- Saltemos la valla y hagámonos una foto junto al Einstein de bronce. 
- Estás loco
- Claro, tu dices que ya no haces locuras así, ¡venga!. - Lo miró con curiosidad, y accedió. Saltó el primero para ayudarla a saltar. Ya días después se preocuparon de que allí había guardias por la noche, pero la magia los ocultó a su vista. Y se hicieron las fotos.


Nada más pasó, la acompañó a casa y de vuelta, se paró frente a la misma vaya, mirando, sonriendo para sí, y allí estaba. Allí estaba, entre las piernas del Einstein de bronce. Un papel amarillento que le puso los pelos de punta, no podía ser. Era imposible.
Pero era, y supo que el momento de la gran noche se acercaba...

1 comentario:

  1. ¿Qué dices de un papel illo? Eso qué es, qué dice, por qué, quién, cuándo, qué gran noche es esa?? xD
    ESCRIBE,ESCRIBE,ESCRIBE...

    PD. Mira que os gusta a todos una pelirroja...

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